El martes, cuando volvimos de comer, algo extraño había
pasado en clase…. Cuando abrimos la puerta
¡Oh! Que susto, ¡un dinosaurio estaba esperándonos! Nos habíamos olvidado
las cristaleras abiertas y por allí se coló, con su cola enorme tiro mesas y
sillas y nos puso la clase perdida con sus huellas…
Pero era un dinosaurio bueno y nos pidió un favor y es que
tenemos que cuidar su huevo hasta que nazca el bebé dinosaurio. Nosotros
encantados aceptamos y lo estamos cuidando muy bien, esperando que el cascarón
se rompa y ver cómo será nuestro dino. ¿Será verde?, ¿será azul?, ¿quizás
rosa?...
Después de la sorpresa inicial entre todos decidimos que podríamos
investigar sobre estos animales tan misteriosos y hacernos unos auténticos
expertos. Así que como primer paso, entre todos anotamos todo lo que ya sabemos
sobre los dinos y así guiar nuestro trabajo. La verdad que casi casi que ya
somos expertos.
Os dejo con algunas fotos.
Un saludo, Aida.
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